"Ser amigo mío es funesto" es una obra que recoge la intensa y profunda correspondencia entre dos de los más destacados literatos europeos del siglo XX, Joseph Roth y Stefan Zweig. Este intercambio de cartas, que se extiende desde 1927 hasta 1938, no solo ilumina la relación personal entre ambos escritores, sino que también refleja un periodo crítico de la historia europea marcado por el ascenso del nacionalsocialismo y la imposición de la barbarie en el continente.
La correspondencia revela, en gran medida, la naturaleza de la amistad entre Roth y Zweig, así como sus temperamentos y estilos literarios contrastantes. Zweig, con su serenidad y meticulosidad, y Roth, con un estilo más impulsivo y emocional, se entrecruzan en una relación donde se mezclan el apoyo mutuo y las tensiones creativas. Roth, frecuentemente acosado por dificultades económicas y personales, encuentra en Zweig no solo a un amigo sino a un confesor y mecenas.
Las cartas son también un testimonio crucial de los desafíos intelectuales y políticos de la época. Ambos autores, críticos con el comunismo y el fascismo, debaten y discuten sobre la responsabilidad del intelectual y el papel del humanismo en un tiempo de crisis moral y política. Asimismo, sus cartas son ventanas a sus opiniones sobre contemporáneos como Thomas Mann y otros intelectuales de la época, así como sus experiencias personales con el exilio y la persecución.
El libro no sólo se enfoca en la política y la literatura, sino que también muestra el lado más personal y vulnerable de los escritores, especialmente de Roth, quien lucha con sus demonios personales, su inestabilidad económica y su salud deteriorada, lo que eventualmente lo lleva a una prematura muerte. A través de sus cartas, Roth se exhibe como una figura trágica, pero profundamente humana y compleja, cuya vida y obra fueron una lucha constante contra las adversidades.
La edición de "Ser amigo mío es funesto" incluye un aparato crítico que ayuda a contextualizar las numerosas referencias históricas y literarias, permitiendo al lector una comprensión más rica de las cartas y de los tiempos que les dieron forma. Este intercambio epistolar no solo es crucial para entender las vidas de Roth y Zweig, sino también para apreciar la rica y a menudo tumultuosa cultura europea de la primera mitad del siglo XX.