"Siempre bienvenidos" es una obra maestra de John Berger que invita al lector a embarcarse en un viaje profundamente personal y reflexivo a través de una serie de ensayos que exploran las diversas dimensiones de la experiencia humana. Con un estilo narrativo íntimo y evocador, Berger comparte sus encuentros con lugares, personas e ideas que han dejado una huella indeleble en su vida.
Cada ensayo del libro comienza con una imagen vívida, un instante capturado en el tiempo que sirve como portal hacia las reflexiones de Berger. Estas imágenes no solo evocan la belleza y el misterio de los lugares que describe, sino que también invitan al lector a cuestionar la naturaleza de la percepción y la memoria. A través de su prosa, Berger desafía la noción de que la comprensión completa de un lugar o una experiencia es posible, sugiriendo en cambio que es en la multiplicidad de perspectivas y en la densidad de la experiencia donde reside su verdadero significado.
Los lugares que Berger describe en sus ensayos van desde los fácilmente reconocibles hasta aquellos que podrían resultar esquivos incluso para el viajero más experimentado. Sin embargo, no es tanto el lugar físico lo que importa, sino la interacción entre el observador y lo observado, la danza entre lo conocido y lo desconocido. Esta colección de escritos es, en esencia, un homenaje a la capacidad de asombro y a la apertura de espíritu que Berger mantiene a lo largo de su vida.
La traducción de José Luis Moreno-Ruiz captura con maestría la esencia del texto original, preservando la cadencia y la profundidad de las palabras de Berger. Publicado por Huerga & Fierro en 2004, "Siempre bienvenidos" se presenta como un testimonio del amor de Berger por la humanidad y su incansable búsqueda de conexión y significado en un mundo en constante cambio.
A lo largo de sus 298 páginas, Berger no solo narra sus experiencias, sino que invita al lector a reflexionar sobre su propia relación con el entorno y los demás. "Siempre bienvenidos" es, en última instancia, un libro sobre el poder de las historias para transformar nuestra comprensión del mundo y de nosotros mismos, un recordatorio de que, sin importar dónde nos lleve nuestro viaje, siempre hay un lugar para la bienvenida y el asombro.