En "Sobre las propiedades del retrato fotográfico", John Berger nos sumerge en una reflexión profunda sobre la esencia y el impacto de la fotografía en la percepción de la realidad y la identidad. Berger, conocido por su aguda crítica cultural, aborda la fotografía no solo como una forma de arte, sino también como una herramienta poderosa que moldea y confirma nuestra concepción del mundo. A lo largo de esta obra, el autor desentraña la dualidad de las fotografías, que pueden ser tanto pruebas de una verdad tangible como vehículos de una visión ideológica más amplia.
Berger explora cómo cada fotografía actúa como un medio de comprobación y construcción de una visión total de la realidad. Resalta la importancia de entender la fotografía como un arma de doble filo en la lucha ideológica. La obra invita a los lectores a cuestionar y comprender las imágenes que consumen, reconociendo que estas pueden ser utilizadas tanto a favor como en contra de sus perspectivas personales y colectivas.
El libro también examina la evolución de los términos de reconocimiento desde el apogeo del retrato pictórico hasta la era moderna de la fotografía. Berger argumenta que ya no es suficiente establecer la identidad de una persona mediante la fijación de su apariencia desde un único punto de vista. Las demandas modernas requieren una comprensión más compleja y multifacética de la identidad, incompatible con las limitaciones de un solo enfoque visual.
Dividido en secciones que incluyen "Entender una fotografía" y "La imagen cambiante del hombre en el retrato", Berger lleva al lector a través de un recorrido crítico y filosófico sobre el papel de la fotografía en la sociedad contemporánea. Su análisis no solo desafía la percepción tradicional de la fotografía como una réplica exacta de la realidad, sino que también invita a una reflexión sobre su papel en la confirmación de verdades particulares y la construcción de narrativas sociales.
En conclusión, "Sobre las propiedades del retrato fotográfico" es una obra esencial para quienes buscan profundizar en el entendimiento del poder y la responsabilidad inherentes al acto de fotografiar y ser fotografiado. Berger nos insta a reconocer la fotografía como una herramienta que, al igual que cualquier forma de arte, puede influir en nuestra visión del mundo, ya sea para reafirmar o desafiar nuestras creencias más arraigadas.