Superrealismo, obra del célebre autor José Martínez Ruiz, conocido como Azorín, representa una incursión audaz en las corrientes literarias del siglo XX, desmarcándose del Realismo y Naturalismo que dominaron épocas anteriores. Publicada originalmente en 1929, esta obra se presenta ahora en una edición revisada por Biblioteca Nueva, acompañada de un estudio introductorio por Ricardo Senabre, que ofrece profundas claves interpretativas para el lector contemporáneo.
Azorín, figura prominente de la Generación del 98, se embarca en una exploración narrativa que busca capturar el espíritu cambiante de su tiempo. Superrealismo pone de manifiesto una clara ruptura con las formas narrativas tradicionales, caracterizándose por una fragmentación intencionada de la narración, un estilo impresionista y una atención minuciosa al sentimiento de la temporalidad y al paisajismo. Estas características no solo reflejan una evolución estética, sino que también invitan al lector a participar activamente en la construcción del significado de la obra.
La novela no es una simple colección de episodios inconexos; en su aparente dispersión, Azorín logra tejer un final claro y ejemplar que resuena con las experiencias narrativas más decididas de la modernidad. Esta obra, que ha suscitado diversas críticas desde su primera publicación, desafía al lector a reconsiderar la naturaleza de la narrativa misma, invitando a una reflexión sobre el arte del reposo y la contemplación.
Con tan solo 152 páginas, Superrealismo ofrece una lectura intensa pero breve, que se beneficia de la prosa precisa y evocadora de Azorín. La edición actual no solo recupera el texto original, sino que lo enriquece con el análisis de Senabre, proporcionando un contexto invaluable para apreciar el logro estético de un Azorín maduro.
En resumen, Superrealismo es una obra esencial para aquellos interesados en la evolución de la narrativa española y en la búsqueda de nuevas formas de expresión literaria. Esta obra, que combina la innovación con el profundo respeto por el lenguaje, asegura su lugar en la literatura como un puente entre las tradiciones del pasado y las promesas del futuro.