"Te tengo en mi piel" de Bela Marbel es la tercera entrega de la serie "Espirales" que nos sumerge en el intenso y tumultuoso romance entre Candy y Byron en el pequeño pueblo de Wellstone. La narrativa nos envuelve en un juego del destino donde el amor, el deseo y el dolor se entrelazan inexorablemente, desafiando las convicciones más profundas de los protagonistas.
Byron, un hombre que ha vivido siempre según sus propias reglas, enfrenta sus más grandes temores y deseos al conocer a Candy. Ella, por su parte, es una presencia que desequilibra su mundo, desafiando sus principios y empujándolo a cuestionar su modo de vida. A pesar de que Byron nació para luchar, su encuentro con Candy lo lleva a confrontar sus propios demonios y a jugar peligrosamente en los límites de lo prohibido.
Candy, menos acostumbrada a los combates de la vida y más vulnerable, se encuentra atrapada en un torbellino de emociones que la superan. Su relación con Byron la expone a una intensidad que nunca había experimentado, poniéndola ante desafíos que parecen superar su capacidad de resistencia. La pasión entre ellos es palpable, pero también lo son el miedo y el dolor que surgen de sus diferencias y del pasado que Byron arrastra consigo.
La trama se desarrolla en un escenario donde el pasado y el presente se chocan, y donde cada personaje debe decidir hasta qué punto están dispuestos a ir por lo que desean. "Te tengo en mi piel" es una historia de amor ardiente y a la vez un relato sobre la redención personal y el enfrentamiento con las propias sombras. Bela Marbel nos ofrece una novela en la que la intensidad de los sentimientos está a flor de piel, y donde cada decisión puede llevar al éxtasis más alto o al dolor más profundo.
Este libro no solo es una exploración de la relación entre dos personas diametralmente opuestas, sino también un examen introspectivo de cómo las decisiones del pasado pueden marcar nuestro futuro. Con un estilo envolvente y emocional, Marbel logra que los lectores se sumerjan en una historia donde el amor es tanto destructor como redentor, y donde cada paso es una apuesta por la felicidad a pesar de las adversidades.