"Teorema", un filme italiano de 1968 dirigido por Pier Paolo Pasolini, se sumerge en las profundidades del impacto emocional y espiritual que un enigmático visitante ejerce sobre una familia burguesa. El visitante, interpretado con una intensidad magnética por Terence Stamp, llega a la vida de una familia acomodada sin previo aviso ni explicaciones claras sobre su origen o sus intenciones.
La familia, conformada por la madre Lucía (Silvana Mangano), el padre Paolo (Massimo Girotti), la hija Odetta (Anne Wiazemsky) y el hijo Pietro (Andrés José Cruz Soublette), junto con Emilia (Laura Betti), la sirvienta, experimenta una transformación radical tras la llegada de este carismático extraño. Cada miembro es seducido no solo física sino emocionalmente, desencadenando una serie de eventos que alteran su percepción de la vida y de sí mismos.
El visitante desaparece tan abruptamente como llegó, dejando tras de sí un vacío existencial y una serie de cuestionamientos sobre su naturaleza, ¿era humano, divino, o algo completamente diferente? La familia se encuentra desorientada, incapaz de retomar su rutina anterior, cada uno enfrentando a su manera la crisis espiritual que el visitante ha desatado.
La película, que combina elementos de drama y surrealismo, y que toca temas profundos como la religión y la moralidad, fue objeto de polémica, especialmente por la Iglesia, que la consideró inmoral. Sin embargo, su relevancia y capacidad para provocar el pensamiento la han mantenido como una obra significativa en el cine mundial. "Teorema" es una exploración audaz de la condición humana y del impacto que un individuo puede tener en la vida de otros.