"Todo bajo el cielo", una novela de Matilde Asensi, nos sumerge en la vibrante y misteriosa China a través de los ojos de Elvira, una pintora española residente en el París de las vanguardias. La tranquila vida de Elvira se ve abruptamente interrumpida cuando recibe la noticia de la muerte de su marido Remy, un matrimonio más de conveniencia que de amor, en extrañas circunstancias en Shanghai. Movida por el deseo de recuperar su cuerpo y descubrir la verdad detrás de su muerte, Elvira, junto con su sobrina, embarca en un viaje desde Marsella que la llevará mucho más allá de lo que jamás imaginó.
Al llegar a China, Elvira no solo se enfrenta al dolor y al misterio que rodea la muerte de Remy, sino que se ve envuelta en una peligrosa búsqueda del tesoro del Primer Emperador. Esta aventura la arrastra a un torbellino de intrigas y persecuciones por parte de la temible Banda Verde y los eunucos imperiales. En su ayuda surge Lao Jiang, un enigmático anticuario cuya sabiduría y conocimiento de los secretos más ocultos de China proveen a Elvira de un aliado inesperado. Juntos, emprenden un trepidante viaje desde Shanghai hasta Xián, enfrentándose a desafíos que ponen a prueba su ingenio y su valor.
La novela, rica en descripciones detalladas, ofrece una inmersión profunda en la historia y las costumbres chinas, aunque estos detallados pasajes a veces ralentizan el ritmo de la narración, generando opiniones divididas entre los lectores. Algunos críticos señalan que ciertos aspectos de la trama, como sobrevivir a un río de mercurio o memorizar rutas laberínticas, restan credibilidad a la historia y desafían la suspensión de incredulidad del lector. No obstante, la habilidad de Asensi para recrear la atmósfera de la China de la época y su acercamiento a los elementos simbólicos y espirituales de esta cultura son aspectos que han sido ampliamente elogiados.
A pesar de las críticas, "Todo bajo el cielo" se mantiene como una novela de aventuras apasionante y entretenida, recomendada para aquellos lectores en busca de misterio, historia y un viaje emocionante a través del rico tapiz cultural de China. La última parte del libro, en particular, ha sido destacada por su capacidad de capturar y mantener el interés del lector, culminando en un final que muchos han encontrado satisfactorio. En resumen, la obra es un testimonio de la habilidad de Matilde Asensi para tejer historias complejas y visualmente ricas, asegurando que, a pesar de sus fallos, la aventura vale la pena ser leída.