En "Todo se arregla caminando", César Antonio Molina regresa con el sexto volumen de sus memorias de ficción, consolidando su estilo único de reflexión y narrativa. En esta entrega, centra su atención en la figura del paseante, un concepto que había sido fundamental en sus obras anteriores. Sin embargo, en esta ocasión, el paseante trasciende la simple imagen del caminante urbano o del viajero de pueblo en pueblo. Molina amplía esta figura para incluir a un viajero que se desplaza no solo por el espacio geográfico, sino también por el tiempo y la cultura.
A través de sus "paseos", César Antonio Molina nos transporta a ciudades emblemáticas como Ginebra, Milán y Varsovia, utilizando diversos medios de locomoción que le permiten explorar no solo el presente, sino también sumergirse en el pasado cultural. En estos viajes, Molina entabla diálogos imaginarios con grandes figuras de la literatura como Nabokov, Musil y Rilke, creando un puente entre el lector y los fantasmas de estos autores inmortales.
La prosa de Molina se despliega con una tensión y ductilidad excepcionales, ya sea reflexionando junto a un cementerio judío, compartiendo su pasión por las plumas estilográficas, o debatiendo sobre el cine, la obra de Larra, y la pintura de huertos y jardines. A través de estas reflexiones, el autor no solo nos invita a caminar junto a él, sino que también nos ofrece una crítica mordaz sobre los problemas de la educación en Europa y el trato que el poder otorga a la cultura.
Como licenciado en Derecho y en Ciencias de la Información, doctor en Literatura y ex Ministro de Cultura, César Antonio Molina aprovecha su vasta experiencia académica y profesional para enriquecer cada página con un conocimiento profundo y una mirada crítica hacia el futuro del ser humano en un mundo cada vez más hostil. Este volumen, publicado por Ediciones Destino, no solo es un viaje literario, sino también un llamado a la reflexión sobre los valores culturales y el papel de la educación en la sociedad contemporánea.
"Todo se arregla caminando" es una invitación a un viaje introspectivo y cultural, un testimonio del compromiso de Molina con el arte y el pensamiento crítico. La obra, con su mezcla de memorias, ensayo y ficción, reafirma al autor como una voz imprescindible en el panorama literario actual.