Travesuras de la niña mala, escrita por el laureado autor peruano Mario Vargas Llosa y publicada en 2006, es una obra que despliega una narrativa intensa y apasionante sobre el amor desprovisto de idealizaciones románticas. Esta novela, que explora la complejidad de las relaciones humanas a través de décadas tumultuosas, marca un punto distintivo en la carrera de Vargas Llosa al abordar por primera vez de manera central el tema del amor.
La historia sigue a Ricardo Somocurcio, un joven de clase media alta del distrito de Miraflores, en Lima, que desde adolescente se ve inmerso en un enamoramiento profundo por Lily, quien aparece en su vida como "La chilenita". Sin embargo, tras descubrir que Lily no es quien dice ser, Ricardo experimenta el primer de muchos desengaños. A pesar de esto, su vida toma un rumbo que siempre soñó, mudándose a París para trabajar como traductor en la Unesco, cumpliendo así las fantasías de su infancia alimentadas por las historias de su padre y sus escritores preferidos.
En París, Ricardo se reencuentra con Lily, ahora transformada en Arlette, una mujer en camino a convertirse en guerrillera en Cuba. Así comienza una serie de encuentros y desencuentros que se extienden a través de ciudades como Londres, Tokio y Madrid, y que perduran durante décadas. Cada vez que Lily, bajo diferentes identidades, reaparece en la vida de Ricardo, lo sumerge en un ciclo de amor y desamor, dejándolo entre la depresión y la esperanza cada vez que ella desaparece.
En su esencia, Travesuras de la niña mala es una exploración del dolor y la obsesión, en donde los cambios políticos y sociales del siglo XX sirven solo como telón de fondo para la intensa y destructiva relación entre Ricardo y la niña mala. Vargas Llosa, con su maestría literaria, también se adentra en temáticas eróticas, mostrando escenas de contenido sexual explícito que reflejan la evolución del amor y el deseo en la vida del protagonista.
Esta obra no solo captura la esencia del amor en sus formas más crudas y reales, sino que también ofrece una mirada crítica a cómo las personas pueden llegar a perderse a sí mismas en el otro. Con una prosa rica y personajes vívidamente construidos, Mario Vargas Llosa ofrece una novela que es tanto una reflexión sobre el amor como un retrato emocionante de varias décadas de historia global.