En "Turista accidental", Miguel Gallardo se redefine como un viajero incesante, a través de un tebeo que combina el arte gráfico y el texto narrativo para explorar el mundo con una mirada fresca y desenfadada. Originalmente concebido bajo el título de "Turista horizontal", reflejando las largas horas en camas de hoteles alrededor del globo, el libro opta finalmente por un nombre que captura el espíritu de aventura y la perpetua sorpresa de Gallardo ante lo desconocido.
El prólogo de Enric González nos introduce a un Gallardo que, lejos de perderse, encuentra en su "despiste crónico" una forma de crecimiento personal frente a los misterios y adversidades. Cada página de este singular cuaderno de viaje destaca por los rápidos esbozos y la precisa prosa de Gallardo, quien con maestría se apropia de idiomas extranjeros y juega con onomatopeyas y un humor cargado de ironía. Es un autor que no se toma a sí mismo demasiado en serio, y eso se refleja en cada anécdota compartida.
El diseño del libro, a cargo de Enric Jardí, complementa la narrativa con una paleta en bitono y color que enriquece visualmente el recorrido de Gallardo por ciudades como Praga, Fráncfort, Varsovia, Málaga, Nueva York, Xalapa, Tokio y Barcelona. La obra arranca con una hilarante experiencia en los aeropuertos de El Prat y Barajas, ofreciendo un retrato vívido del carácter extrovertido y peculiar del autor.
Con "Turista accidental", Miguel Gallardo no solo invita a los lectores a acompañarlo en sus viajes, sino que también los anima a emprender los propios. Entre vuelos y desplazamientos, Gallardo captura la esencia de cada destino y transforma lo cotidiano en extraordinario, garantizando sonrisas y, posiblemente, inspirando futuras aventuras para quien se sumerja en sus páginas.