"Un destripador de antaño" de Emilia Pardo Bazán nos sumerge en una atmósfera cargada de misticismo y terror, enraizada en las leyendas y supersticiones de la Galicia rural del siglo XIX. La autora nos presenta a Minia, una joven inocente y devota, que tras quedarse huérfana, es acogida por sus tios Juan Ramón y Pepona, molineros de profesión, quienes la tratan más como una sirvienta que como a una familiar. La vida de Minia se complica aún más cuando la familia recibe un aviso de desahucio. En medio de esta desesperación, sus tíos conciben un plan macabro para utilizar a Minia con el fin de salvar su situación económica.
Paralelamente, se nos introduce al enigmático personaje de Don Custodio, el boticario del pueblo, alrededor del cual giran rumores sobre sus prácticas poco ortodoxas y oscuras para adquirir ingredientes para sus remedios. La conexión de este personaje con el destino de Minia se teje de manera sutil y estremecedora, elevando la tensión narrativa a medida que se desarrolla la trama.
Emilia Pardo Bazán, con su maestría literaria, no solo nos cuenta una historia, sino que pinta un cuadro vívido de la vida rural gallega, con sus paisajes melancólicos y su gente supersticiosa y a veces cruel. La autora emplea su característico estilo naturalista para describir en detalle tanto el entorno como la psicología de sus personajes, explorando la oscuridad del alma humana y la brutalidad que puede surgir de la ignorancia y la desesperación.
La historia es un reflejo de la lucha entre la bondad inherente de Minia y las fuerzas siniestras que la rodean, todo ambientado en un contexto donde la belleza del paisaje contrasta con la sordidez de las acciones humanas. "Un destripador de antaño" no es solo un relato de suspenso y horror, es también una crítica social y un estudio de caracteres, donde cada figura tiene un rol significativo en el desarrollo de esta inquietante leyenda.
Este libro es recomendado para aquellos que disfrutan de las narrativas que combinan el realismo literario con el folclore y el misterio, y para los que buscan en las páginas de un libro no solo una historia, sino también un retrato fiel de una época y un lugar. La obra de Pardo Bazán sigue siendo relevante, desafiando las sensibilidades de su tiempo y ofreciendo una lectura que es tanto un desafío como un deleite.