En "Un hombre afortunado", John Berger, junto con el fotógrafo Jean Mohr, ofrece una inmersión única en la vida y obra del Dr. John Sassall, un médico rural en Inglaterra. Publicado por primera vez en 1967, el libro es una mezcla fascinante de narración y reflexión filosófica, que nos invita a explorar el verdadero significado del ejercicio de la medicina en un entorno rural.
A través de una prosa envolvente, Berger nos relata las distintas historias de los pacientes de Sassall, revelando gradualmente el carácter y las vivencias del médico. Cada encuentro médico se convierte en una oportunidad para reflexionar sobre la condición humana, el sufrimiento y la relación entre el médico y sus pacientes. Estas historias, lejos de ser simples anécdotas, se entrelazan con reflexiones profundas sobre la vida, guiadas por las ideas de pensadores como Conrad, Gramsci, Piaget y Sartre.
Las fotografías de Mohr complementan el texto de manera magistral, capturando momentos íntimos y esenciales que ayudan a comprender la atmósfera de la comunidad rural y el impacto del trabajo de Sassall. Las imágenes no solo documentan, sino que establecen un diálogo visual con las palabras de Berger, enriqueciendo la experiencia de lectura y aportando un contexto visual indispensable.
No obstante, la obra no está exenta de críticas. Algunos opinan que Berger idealiza en exceso al Dr. Sassall, asignándole un poder casi heroico que podría no corresponder del todo a la realidad. En ocasiones, el autor se desvía hacia disquisiciones filosóficas que pueden parecer alejadas del día a día práctico de un médico rural, lo que podría restar continuidad al relato principal. A pesar de esto, el libro sigue siendo una meditación lúcida sobre el valor de una vida humana y el verdadero rostro de la medicina, una exploración del equilibrio entre el conocimiento académico y la experiencia vivida.
"Un hombre afortunado" es, en esencia, un tributo a la humanidad del médico y a la importancia del contacto humano en la práctica médica. A través de su enfoque único, Berger nos invita a reconsiderar cómo entendemos la medicina y el papel del médico en la sociedad, recordándonos que el verdadero aprendizaje proviene tanto de los libros como de las vivencias compartidas con aquellos a quienes servimos.
