Un invierno en Mallorca, escrito por George Sand bajo su título original en francés Un hiver à Majorque y publicado en 1842, es un relato autobiográfico que detalla la estancia de la autora en la isla balear durante el invierno junto a Frédéric Chopin y sus dos hijos. Traducido por Pedro Estelrich, este libro se inscribe en la tradición de la narrativa de viajes del siglo XIX, ofreciendo una visión crítica y a menudo desfavorable de la isla y sus habitantes.
La obra comienza con la llegada de Sand y su familia a Mallorca, donde se enfrentan inmediatamente a la hostilidad y el rechazo de los locales. La descripción que hace Sand de los mallorquines es severa y poco halagadora, etiquetándolos como atrasados, tacaños, y supersticiosos, llegando incluso a compararlos con "animales en cuerpos humanos". Esta percepción se agrava cuando la comunidad se entera de la enfermedad de Chopin, presunta tisis, lo que lleva a su aislamiento y eventual residencia en una cartuja abandonada.
A pesar de estas adversidades, Sand se muestra implacable en su crítica hacia la isla, denunciando la falta de higiene, la escasez de productos básicos, y la miseria generalizada. Sin embargo, no todo en el libro es desdén; Sand también reserva palabras de admiración para ciertos paisajes y monumentos, aunque muchos de ellos se encuentren en ruinas.
El libro no solo narra las experiencias personales y familiares de Sand durante su estancia, sino que también incorpora fábulas, digresiones históricas y descripciones detalladas de lugares, creando una mezcla entre narrativa de viaje y documentación etnográfica. La obra, con su tono irónico y a veces humorístico, ofrece un retrato complejo de Mallorca, equilibrando las críticas con la captura de la belleza austera de la isla.
Es importante destacar que Un invierno en Mallorca ha sido objeto de críticas, especialmente por parte de los nativos de la isla, lo que propició respuestas literarias como Un verano en Mallorca de Mario Verdaguer en 1959, que ofrece una visión satírica y vengativa de la perspectiva de Sand. A pesar de las controversias, el libro de Sand se mantiene como una lectura intrigante y recomendable para aquellos interesados en la literatura de viajes y las narrativas personales del siglo XIX.