En "Un ojo de vidrio", el ilustre autor Castelao nos sumerge en un relato inusual y cautivador donde el protagonista es un esqueleto que desgrana sus memorias. Este esqueleto, imbuido del característico humor gallego, nos lleva a través de una serie de historias interconectadas que exploran la naturaleza del humor y la vida misma. Castelao, utilizando la cita de Mark Twain, «Bajo el humorismo siempre hay un gran dolor; por eso en el cielo no hay humoristas», establece desde el inicio la tesis de que detrás de cada sonrisa hay una historia de dolor y sufrimiento.
La estructura del libro es peculiar, ya que no sigue una narrativa lineal, sino que se compone de breves episodios que comparten el mismo escenario y trama, pero cada uno con su propio peso y significado. Este conjunto de historias cortas, relatadas por el esqueleto en primera persona, nos ofrece una visión satírica de la sociedad, tocando temas políticos y sociales con una crítica aguda y a veces dolorosa.
La obra, que originalmente fue parte de una conferencia sobre el humorismo y la caricatura, funciona no solo como un entretenido conjunto de anécdotas, sino también como un profundo ensayo teórico-práctico sobre el humor. Castelao se sirve de su experiencia como médico y antiguo estudiante en Compostela para tejer reflexiones que abarcan desde la psicología del humor hasta su impacto en la sociedad.
El final del libro es especialmente impactante, con un tono anticaciquil que desafía las estructuras de poder establecidas y promueve una reflexión sobre la justicia y la moralidad. "Un ojo de vidrio" no es solo un libro para reír, sino también para pensar y cuestionar. Con un estilo que mezcla lo macabro con lo cómico, Castelao nos ofrece una obra que es a la vez un espejo de su tiempo y una atemporal reflexión sobre la condición humana.