"Un silencio olvidado" de Joan Perucho i Gutierres Duque es una obra que se sumerge en los profundos recovecos de la memoria y el olvido, enmarcada en la posguerra española, un periodo que el autor retrata con una mezcla de melancolía y crítica mordaz. El libro narra la historia de Tomás Alcover, un joven bibliófilo y poeta que regresa a su ciudad natal, Barcelona, tras años de exilio. Al volver, se encuentra con una ciudad física y emocionalmente devastada, lo que le impulsa a buscar los fragmentos dispersos de su pasado y los de su familia.
A través de una narrativa que entrelaza lo real con lo fantástico, típico de la obra de Perucho, Tomás descubre secretos familiares y relatos olvidados que habían sido silenciados por el régimen. El protagonista se mueve entre bibliotecas, ruinas y encuentros con personajes que parecen desafiar la lógica del tiempo y el espacio, incluyendo apariciones fantasmales y figuras históricas que dialogan con él, proporcionando pistas sobre los misterios que busca resolver.
La obra no solo es un viaje a través de la historia personal y colectiva, sino también un homenaje a la ciudad de Barcelona, sus calles, su arquitectura y sus cicatrices de guerra. Perucho utiliza su profundo conocimiento del arte y la literatura para enriquecer la narrativa, haciendo referencias a obras y artistas reales que añaden una capa de profundidad intelectual al relato. La fusión de géneros es palpable, con elementos de novela histórica, literatura fantástica y poesía, lo que refleja la versatilidad estilística del autor.
"Un silencio olvidado" explora temas de identidad, memoria y redención, y cuestiona cómo las historias personales y colectivas son recordadas o distorsionadas con el paso del tiempo. Con un estilo lírico y evocador, Perucho captura la esencia de una época y ofrece una reflexión sobre el poder de la literatura para preservar la verdad y la justicia en tiempos de turbulencia. Este libro es un testimonio de la resistencia del espíritu humano y un recordatorio de que, en palabras del propio Tomás, "en cada silencio hay un mundo olvidado que merece ser contado".