"Una carta sin pedirla: Correspondencia 1912-1941" de Virginia Woolf, editado y traducido por Patricia Díaz Pereda, es una reveladora compilación que nos acerca a la dimensión más íntima y personal de una de las figuras literarias más trascendentales del siglo XX. Este volumen, cuidadosamente seleccionado y presentado por la editorial Páginas de Espuma, reúne cartas que abarcan desde el año 1912, justo antes de que Woolf se consolidara como escritora de ficción, hasta su muerte en 1941.
Las cartas, ordenadas cronológicamente y en su mayoría inéditas en español, nos descubren a una Woolf espontánea y cariñosa, que no solo se comunicaba para compartir o debatir ideas literarias, sino también para profundizar en la vida cotidiana y personal de sus destinatarios. Woolf escribía por una variedad de motivos: para entretener, aliviar penas, indagar sobre la salud de sus amigos o simplemente saciar su curiosidad sobre los más mínimos detalles de sus vidas. Su correspondencia refleja un espíritu afectuoso y a veces jocoso, pero siempre agudo e irónico, revelando su particular don para el arte epistolar.
Las cartas revelan tres temas predominantes: la literatura, las casas y las personas. A través de ellas, Woolf comparte no solo su entorno y experiencias sino también sus reflexiones sobre los eventos y las personalidades de su tiempo, ofreciendo un retrato vívido y enriquecedor de su vida y su entorno. Este intercambio constante de cartas le permitió mantener un diálogo continuo con sus contemporáneos, muchos de los cuales también eran figuras prominentes de la literatura y el arte.
Patricia Díaz Pereda, en su introducción, destaca la ironía de Woolf sobre su propia habilidad epistolar, citando una carta a Hugh Walpole donde Woolf se lamenta de no haber recibido "el don de escribir cartas" por parte de las hadas. Sin embargo, la editora asegura que cualquier lector discrepará con Woolf en este punto, ya que la vitalidad y frescura de sus cartas nunca decae, incluso en los días previos a su trágica muerte. Este libro no solo es un testimonio de la vida interior de Woolf, sino también una obra que continúa su diálogo sobre temas como el feminismo y la literatura, resonando con las preocupaciones contemporáneas del siglo XXI.
"Una carta sin pedirla" es, en definitiva, una ventana privilegiada al mundo de Virginia Woolf, que permite comprender mejor no solo su obra sino también su vida personal y las relaciones que moldearon su pensamiento y su literatura. Un tesoro para cualquier admirador de Woolf y un recurso valioso para entender los matices de su tiempo y su legado perdurable.
