En "Una casa con goteras", Santiago Lorén teje una narrativa rica y emotiva que explora la vida de dos personajes extraordinariamente diferentes: un viajante de comercio, encantador y mujeriego, y un ingenuo tonto del pueblo con un talento especial para el arte. Ambientada en la España de mediados del siglo XX, esta novela nos adentra en las complejidades de sus vidas, que aunque distintas, se entrelazan con humor y tragedia.
El viajante, con una personalidad abierta y cosmopolita, recorre el país dejando huella en cada lugar que visita, no solo comercialmente sino en los corazones de las mujeres que encuentra. Con cada encuentro amoroso, Lorén aprovecha para mostrarnos una faceta diferente de la sociedad española de la época, utilizando el humor y la ternura para darle profundidad a estas relaciones fugaces pero significativas. Por otro lado, el tonto del pueblo, cuya vida es más simple y arraigada en lo rural, posee una inocencia y un talento artístico que contrastan dramáticamente con el mundo del viajante.
La convergencia de estas dos historias ocurre en una casa con goteras, que es en realidad un hotel en Barcelona donde ambos personajes terminan coincidiendo. Este encuentro no solo marca el clímax de la novela, sino que también simboliza el choque entre dos mundos: el urbano y el rural, el cínico y el inocente. Lorén utiliza esta interacción para explorar las tensiones sociales y personales, creando un espejo de la sociedad y del pensamiento de aquel tiempo.
El uso del humor es una constante que Lorén maneja magistralmente, permitiendo que el lector se involucre de manera ligera pero comprometida con los dilemas y las alegrías de los personajes. A pesar de que el final pueda tener un tono más trágico, el autor logra mantener una perspectiva optimista que tiñe incluso los momentos más sombríos con un hálito de vida y esperanza. "Una casa con goteras", ganadora del Premio Planeta en 1953, es una obra que captura la esencia de una época y la humanidad de sus gentes con un equilibrio exquisito entre el humor y la melancolía.