En Una historia de la mala leche, Xavier Sardà nos invita a un fascinante recorrido por los enfrentamientos más agudos y mordaces que han marcado la Historia. Desde las antiguas disputas recogidas en textos bíblicos hasta las modernas refriegas en las redes sociales, Sardà nos desvela cómo la animosidad, el rencor y la envidia han tejido una parte esencial del entramado social a lo largo de los siglos.
Con su característico estilo ingenioso y desenfadado, Sardà explora algunos de los duelos dialécticos más célebres entre escritores, políticos, deportistas, artistas y filósofos. Nos encontramos con personajes que, víctimas del mal genio o de la ambición desmedida de sus contemporáneos, han sido blanco de críticas feroces y ataques frontales. A través de estas historias, el autor nos muestra cómo las rivalidades personales y profesionales han dejado una huella imborrable en la cultura y la sociedad.
El libro no solo se centra en las disputas históricas más conocidas, sino que también arroja luz sobre aquellas que han pasado desapercibidas para el gran público. Sardà se adentra en el mundo digital para examinar las peleas cotidianas que inundan Internet, mostrando cómo la mala leche ha encontrado un nuevo hogar en las plataformas virtuales donde el anonimato y la inmediatez potencian los desencuentros.
Publicado por Espasa en 2017, esta obra de 288 páginas ofrece al lector una perspectiva única y humorística sobre la conflictividad humana. Sardà, con su vasta experiencia en medios de comunicación y su agudo sentido crítico, logra desentrañar las motivaciones detrás de cada enfrentamiento presentado, brindando un análisis tanto entretenido como reflexivo.
Una historia de la mala leche es un libro que combina humor, historia y crítica social, invitando al lector a reflexionar sobre la naturaleza humana y la inevitable presencia de la discordia en nuestras relaciones personales y colectivas. A través de anécdotas y relatos cuidadosamente seleccionados, Sardà nos recuerda que, aunque las formas cambien, la esencia de la confrontación permanece constante a lo largo del tiempo.