"Vida de Santo Domingo de Silos" es una obra emblemática del poeta medieval español Gonzalo de Berceo, conocido por ser el primer autor de la literatura española cuyo nombre ha trascendido hasta nuestros días. Escrito en cuaderna vía, una estructura poética característica del mester de clerecía, este poema narra la vida y milagros de Santo Domingo de Silos, destacando su papel como abad y su resistencia ante la opresión monárquica.
Domingo, nacido alrededor del año 1000, inicialmente se vinculó con el monasterio benedictino de San Millán de la Cogolla, donde fue monje y prior. Sin embargo, su negativa a pagar tributos al rey García de Nájera le costó su posición y le valió un exilio a la corte del rey Fernando de Castilla. En este nuevo entorno, Domingo se encargó de la restauración del monasterio de Silos, siendo nombrado abad en 1041. Su gestión no solo revitalizó la comunidad monástica, sino que también se convirtió en un símbolo de integridad y resistencia frente a la arbitrariedad real.
La obra de Berceo, compuesta entre 1230 y 1237, se basa en la "Vita Dominici Silensis" escrita por el monje Grimaldus en el siglo XI. Aunque Berceo omite muchos de los milagros póstumos documentados por Grimaldus, su relato se centra en la vida terrenal de Santo Domingo, presentando su biografía como un cantar de gesta divino. Este enfoque no solo glorifica al santo, sino que también refleja la visión espiritual y la devoción del propio Berceo.
Con un total de 777 estrofas y 3108 versos alejandrinos, la "Vida de Santo Domingo de Silos" no solo es un testimonio de la habilidad literaria de Berceo, sino también una fuente invaluable de información sobre la vida monástica y las tensiones político-religiosas en la España medieval. Esta obra ha sido preservada en varios manuscritos y ha sido objeto de múltiples ediciones críticas, demostrando su perdurable relevancia en el estudio de la literatura y la historia españolas.
En resumen, "Vida de Santo Domingo de Silos" es una obra maestra que combina historia, devoción y poesía, ofreciendo una ventana única a la época medieval y al pensamiento religioso de la época, consolidando a Gonzalo de Berceo como uno de los pilares de la literatura española medieval.