Yo amo a mi mami, escrita por Jaime Bayly, es una novela que despliega una tierna y conmovedora narrativa sobre la infancia y los vínculos familiares, ambientada en la opulenta sociedad limeña. La historia sigue a Jimmy, un niño de diez años que vive con su familia en una lujosa mansión en las afueras de Lima. A pesar de sus privilegios, Jimmy se siente solo y desatendido por su madre, una figura distante y glamorosa que él adora sin reservas.
Jimmy, dotado de una capacidad de observación aguda y sensible, encuentra consuelo y compañía en el personal de servicio de su hogar: la cocinera, el chófer, el ama de llaves, el jardinero y el mayordomo. Con ellos, descubre un mundo de ilusiones rotas y amores desbordados, perdiendo su inocencia mientras forma con estos entrañables personajes una familia alternativa que le ofrece el afecto y la atención que su madre no puede darle.
La novela también explora las fantasías y sueños de un niño que aún se encuentra en las etapas tempranas de la vida. Jimmy adora a su hermana mayor y está fascinado por su belleza; sueña con viajar a Disney, casarse con Annie, una niña que despierta sus primeros sentimientos amorosos, y aspira a jugar fútbol en el F.C. Barcelona. Estas fantasías infantiles son narradas con una mezcla de humor e ironía, características que han definido a Bayly como uno de los escritores más destacados de la literatura hispanoamericana contemporánea.
Jaime Bayly, con su acostumbrada habilidad narrativa, logra en Yo amo a mi mami una obra que no solo evoca los días perdidos de su infancia, sino que también ofrece un retrato íntimo y detallado de la sociedad peruana de alta clase. Esta obra confirma a Bayly como un autor de madurez sorprendente, capaz de manejar la ternura y la intensidad emocional con un estilo único y conmovedor que captura la esencia de la infancia y la complejidad de las relaciones familiares.
Yo amo a mi mami se destaca en la literatura por su enfoque en la infancia desde una perspectiva adulta, examinando los lazos familiares y sociales con una mirada crítica y al mismo tiempo nostálgica. Es un retrato vívido y emotivo de un niño que, en su búsqueda de amor y atención, encuentra la belleza en los lugares más inesperados.